Con 100 Trillones de dólares para canjear, ¿Qué hacer en Caracas o en Harare?, Cuál sigue el ejemplo de la otra.
Antes discutimos sobre cuánto en realidad vale un dólar y lo que deberíamos
entender por dinero, http://elchinohung.blogspot.com.ar/2014/12/cuanto-cuesta-en-realidad-un-dolar.html entre otras reflexiones, nos acercamos a la idea básica que el dinero no es
más que un valor de cambio, la designación y utilización de una unidad de medición
común entre diversos bienes, su valor y el producto de nuestro trabajo y
esfuerzo. Afirmábamos de manera muy general que el valor de un dólar no era más
que eso, un dólar, es decir, lo que efectivamente en bienes y servicios podía cambiarse
por esa unidad de medida, por ese dólar, incluso otras unidades como lo son los
otros signos monetarios.
En el caso específico de Venezuela, para el momento en que se
formularon tales reflexiones el 30 de diciembre de 2014, se señaló que a
pesar de ser esa relación de medida o valor respecto al dólar, aquí es
necesario aclarar que es del dólar de los Estados Unidos de Norteamérica,
existía un valor dispuesto por los entes con competencia en materia de políticas
monetarias de Bs. 6,30; Bs. 12,00 y Bs. 49,97 por cada “dólar americano”,
mientras que la "sensación" de valor de intercambio real era de Bs.
170,00 por cada “dólar americano”.
Ahora bien, resulta que para el momento de hoy, entre el día 26 y 27
de junio de 2015, a apenas seis meses en que se expusieran dichas reflexiones,
la "sensación" de valor real de canje de ese dólar, que
necesario es reiterar, es de los Estados Unidos de Norteamérica, es
de 478 Bolívares "fuertes", por cada dólar, es decir, 281% más
que a esa “sensación” que percibíamos hace apenas seis meses de Bs. 170,00 por
dólar, 956,57%, 3.983,33%y 7.587,30% de los entonces fijados valores de Bs. 49,97,
Bs. 12,00 y Bs. 6,30.
Así como también se mencionase en el trabajo anterior sobre
cuánto vale un dólar, que en modo alguno ese dólar es el que ha sido atado,
restringido, preso o limitado en lo que le es natural al dinero que es su libertad
y dinamismo como unidad de intercambio, sino que las limitaciones,
restricciones y cepos le ha sido impuestos a nuestro signo patrio, el
Bolívar "fuerte", y que es ante esa contra natura
restricción a su libre convertibilidad que ha sufrido su
material pérdida de valor de intercambio.
Nos es preciso antes de traer nuevas reflexiones a nuestros ya
ocupados y preocupados, pensamientos, recordar que ante la pérdida de
valor del que fuera nuestro símbolo monetario, el Bolívar "no fuerte"
en marzo de 2007 se aprobó la llamada reconversión monetaria que lo fortalecería,
que consistió en que se eliminasen de la unidad monetaria patria tres ceros, es
decir, que Un Mil Bolívares (1.000,00) pasaban a "valer" Un
Bolívar (1,00), por lo que en igual proporción, Un Millón de Bolívares (1.000.000,00),
pasaban a "valer" Un Mil Bolívares
(1.000,00) y Un Dólar que en esa época tenía un "valor"
de Bs. 2.150,00 pasó a “valer” Bs. 2,50. Reconversión monetaria que
entró en vigencia enero de 2008, ¿pero a qué "costo" actual?.
De manera muy simple, recapitulando de manera muy puntual: Si alguien hoy dice que un Dólar de los Estados Unidos de Norteamérica "vale" o "No vale" 470,00 Bolívares, ello sería el equivalente a 470.000,00 Bolívares por cada dólar anteriores a la reconversión, ese que hasta febrero de 1983 “valía” a penas Bs. 4,30, es decir que varío en su “valor” 10.930.232,60%, y no precisamente en su fortalecimiento.
Continuemos...
En el año 2004, específicamente en el mes de Febrero, Venezuela tuvo la oportunidad de recibir una interesante visita proveniente de Harare, capital de Zimbabue, la de su entonces desde 1980, y todavía, jefe de estado y de gobierno, Robert Mugabe, visita catalogada en esa fecha honorable por unos e infame por muchos otros. ¿Qué se trató en esa visita y reuniones sostenidas además de llevarse el visitante como especial presente un réplica de la espada de El Libertador?, No es tema aquí de desarrollo; simplemente sirva lo dicho para destacar los años y el interesante país del que provino el visitante y su política monetaria. Hay otros temas de interés como sistema de gobierno, sistema electoral, instituciones públicas, entre otros, pero esos son temas que por tiempo no abordaremos aquí, pero invitamos a su lectura y reflexión
Luego de su independencia del imperialismo, muy reciente, inicios del siglo XIX, hace apenas 35 años y no como las de nuestra región que supera los 2 siglos, las autoridades monetarias de dicho país, decidieron sustituir su signo monetario hasta el momento como lo era el Dólar Rodesiano, Zimbabue ante de su independencia era Rodesia, por el denominado Dólar Zimbabuense, al que las autoridades monetarias le decretaron un "valor" que incluso era superior al dólar de los Estados Unidos de Norteamérica, la relación entre los signos monetarios era de 0,7 de Dólar Zimbabuense por cada Dólar Americano.
Adelantemos la película...
Imaginamos que luego de "importantes"
medidas con consecuencias económicas tales como la nacionalización de tierras e industrias luego
de haberse liberado e independizado del colonialismo e imperialismo, impago de indemnizaciones
de justiprecio por "expropiaciones", decaimiento en inversiones
y restricciones a la libre convertibilidad de la moneda, el dólar, como signo
monetario iba perdiendo valor respecto a los bienes y servicios que podían obtenerse
con su canje, aquí hablamos es del Dólar Zimbabuense, debiendo pues
ante esa pérdida de valor emitirse nuevas especies monetarias en la
que se expresase valores nominales cada vez mayores, tuvieron que emitir
billetes incluso de Un Mil Dólares Zimbabuenses.
Algo debía hacerse, las autoridades con competencia en políticas
monetarias tenían que abordar el tema con la seriedad del caso. Oh!, magnífica
idea, hallaron una salida, en 2001 se optó por una sencilla pero al parecer
milagrosa solución, eliminar tres ceros al signo monetario y
creándose de esa manera el llamado “Segundo Dólar Zimbabuense”.
Adelantemos la película un poco más…
Adivinemos que pasó con ese Dólar Zimbabuense, ¿Qué creen?. Llegó un
momento que para adquirir un Dólar Americano era necesario casi medio millón de
Dólares Zimbabuenses, fueron emitidos pues instrumentos de pago de 250.000,00,
500.000,00 y así luego de 5.000.000.000, 25.000.000.000, 50.000.000.000 y hasta de 100.000.000.000.
Evidentemente, nuevamente algo nuevo tenía que hacerse, nuevamente sencillo, si
antes se le eliminaron 3 ceros al signo monetario, y ya Venezuela lo había
hecho con su Bolívar fortaleciéndolo, (¿Será que entre los temas tratados en la
visita de 2004 estuvo el de políticas monetarias?), por que no quitar 10 ceros,
quien elimina 3 fácilmente puede hacerlo con 10, y así se creó el Tercer Dólar Zimbabuense.
¿Volvemos a adivinar?, fueron emitidos billetes desde 1 hasta 500 dólares y casi
en seis meses ya existían billetes de 100, 200 y 500 ¡millones de dólares!,
pero ello no acabó allí, la situación se remontó a notas de 25, 50 y hasta 100,
millones de millones de dólares. Zimbabuenses, y que creen, un nuevo intento,
esta vez de eliminar 12 ceros mas, ya van 25 ceros desde la moneda originaria
en que se independizaran del colonialismo e imperialismo. Hagamos el ejercicio
10.000.000.000.000.000.000.000.000 de lo que en su nacimiento era 0,70 Dólares
Americanos.
Ahora, adelantémonos completamente hasta el final la película del caso
de Dólar Zimbabuense y preguntémonos: ¿Qué podemos intercambiar hoy con cien
trillones de esos dólares?. Respuesta: Nada. Ante la pérdida de
todo valor de su moneda, Zimbabue no acepta su propio dinero.
Reflexiones del caso.
Las que cada uno de ustedes lectores bien quiera formular.
La mía personal, sin intención alguna de imponerla a
otros y asumiendo que no sea acertada por no ser la economía mi área de preparación
académica, es que en tanto se mantengan irracionales restricciones a la libre
convertibilidad de la moneda, y mejor, ninguna limitación, salvo que sea
temporal y de verdadero carácter excepcional, ya que tales prácticas
restrictivas atentan contra su propia naturaleza, ese signo monetario estará
condenado a su propia devaluación incluso su extinción. Limitaciones que no
hacen más que atentar contra el principio de seguridad jurídica e incluso
a la postre transgrediendo derechos fundamentales de los ciudadanos, no solo
individuales como los de propiedad, libre empresa y libre tránsito, sino también,
y que es más grave, aquellos que supuestamente se procuran proteger con tales
medidas de restricción como los llamados derechos sociales de educación, alimentación
y salud.
Es qué existe algún merito o justificación que por no solo erróneas y desacertadas sino que macabras y hasta criminales medidas económicas y monetarias, de las que nadie en definitiva es responsable, se pierda el valor, el esfuerzo y el trabajo de un pueblo; Venezuela, Zimbabue, Caracas, Harare, cualquier otro país, cualquiera otra ciudad, cualquier otro pueblo. Qué culpa tiene cualquier pueblo de amanecer y sentirse cada día más miserable, más pobre, que vea como su esmerado trabajo histórico simplemente se ha disuelto, que debe hacer esfuerzos sobrehumanos para poder adquirir los más básicos bienes necesarios para su subsistencia, que su patrimonio real, tanto material como cultural y social se va pauperizando día a día no sólo frente a otros pueblos y otras sociedades, sino frente a si mismo respecto a su calidad de vida hace 30, 20, 15, 10, 5 años o hace solo seis meses.
Algo debemos hacer, y no es precisamente eliminar
ceros y hacerse de la vista gorda de los verdaderos problemas que no son otros
que la mordaza, el cepo, la limitación la prisión de algo que por naturaleza es
libre y dinámico, el dinero, la economía, el emprendimiento, el libre
pensamiento, la libertad, pero en fin, soy yo quien piensa así, tal vez pueda
estar equivocado y en Harare por el contrario, sus autoridades hayan tomado las
adecuadas medidas que se necesiten y
debamos de alguna manera seguir ese ejemplo.
De Caracas a Buenos Aires, del 26 al 27 de junio de 2015.
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