Enamorarse del Derecho
Muy difícil se me hace en este preciso momento hablar sobre estar enamorado e invitar a enamorarse del Derecho y más aun, de la Justicia. Dificultad que deviene de dos direcciones y situaciones, una más dura que la otra. Por una parte, observar como el Derecho, la Ley, la Justicia y la Constitución resultan día a día negadas, pisoteadas y ultrajadas por quienes están llamados crearlas, ejecutarlas y aplicarlas; por el otro, porque hoy se cumplen ya nueve años desde que partiese de este mundo una de las personas más apasionadas y enamoradas del Derecho, mi viejo, papá Hung, el Chino, Roberto Hung Arias, quien además de demostrar su amor por la profesión que fue su vida, alentó a muchos a enamorarse del Derecho, quien hasta sus últimos días, pese a las graves dolencias que le aquejaron, jamás renunció a su amor por la profesión, al foro judicial, al estudio constante y a su posición crítica, pero tratándose del personaje, quienes lo conocieron pueden dar fe de ello, especialmente e...