Mi paso por el Colegio San Agustín de El Marqués
Hace
unos días subiendo al Ávila por La Julia, tuve la grata sorpresa de toparme con
Nelly, quien venía ya de bajada, quien además de amiga desde la niñez del
Colegio San Agustín, era vecina de La
Urbina.
Como
es común en ese tipo de encuentros casuales, luego de la salutación, la
conversación giró en torno a preguntarnos recíprocamente sobre los conocidos,
si habíamos pasado por el colegio, que será de la vida de los profesores,
conversamos sobre ellos, las cortas visitas que les hemos hecho, en fin. Tratar
de ponerlos medianamente al día de cosas que ya no eran de nuestra actual y
madura cotidianidad.
Nos
despedimos, ella siguió vía caracas, y yo, hacia el tanque…..
Que
pasó…. Que desde ese momento, y mientras subía, no dejaba de pensar y recordar
tantas experiencias, tantas amistades, tanto aprendizaje, tanta vida…. Incluso luego
de ese día tuve un sueño en el que me encontraba en una fiesta y estábamos todos.
Como es usual en lo ilógico de los sueños, son atemporales, pasas de una
situación a otra, de una conversación a otra, lo único que era permanente es
que tenía en la mano un vaso de buen güisqui, como esos que podía uno disfrutar
hace pocos años y quien por razones de políticas monetarias estamos todos en
mayor o menor grado mantenerse en la práctica, en fín…
Allí
compartíamos y comentábamos, y nos preguntábamos, de donde habían salido esas
barrigas, canas y calvas….., y como no,
nos preguntábamos ¿cuándo perdimos nuestro país?, los que se han ido, los que
quieren irse, los que están, los que han vuelto, los que no hemos tenido
oportunidad de saludarnos…..
Simplemente
quiero utilizar este pequeño momento para hacerle llegar a todos mi agradecimiento
por haber estado en tan importante momento de mi vida como lo fueron mis pasos
por el Colegio San Agustín,
Estoy
tentado en mencionar nombres y anécdotas, de amigos, compañeros y profesores, pero
además de contrariar la intención de estas cortas lineas, ya que se escribiría prácticamente
un libro, podría resultar mayor dificultad mencionarlos a todos, los que nos
graduamos juntos o no, ciencias y humanidades, los que tuvimos contacto más
cercano luego de graduarnos, los que nos hemos acompañado en momentos de
pérdida de familiares y nos hemos brindado apoyo y ofrecidos los hombros para
calmar las penas, en fin muchas son las experiencias que nos unen.
Simplemente
quiero manifestarles mi gran cariño y agradecimiento por haber estado y formado
parte en una de las etapas más amenas y agradables de la vida.
Y
ya que gracias a Agustín es que nos hemos topado en esta vida, en este
magnífico país en el momento que nos tocó conocernos y compartir y al que
estamos obligados de rescatar, quiero finalizar con dos pensamientos del propio
San Agustín.
Obedeced
más a los que enseñan que a los que mandan….
Nadie
puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean…
Una expresión llena de verdad y mucho sentimiento «cariño y agradecimiento por haber estado y formado parte en una de las etapas más amenas y agradables de la vida». Me encantó tu relato Roberto y espero poder hacer tu sueño una realidad y poder reunirnos todos de nuevo con un buen güiski a mano en nuestro hermoso país cuyas calles nos vieron crecer. ¡Un abrazo!
ResponderBorrarQue bonito. Ls recuerdos son indescrptibles y las experiencias infinitas. Habremos perdido nuestra hermosa patria, pero nos queda la fuerza de pelear por lo que quisimos y queremos otra vez. Abrazos a mis hermanos y hermanas Agustinianos!
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