La lectura del Discurso de Angostura de 1819 desde la Venezuela del 2016
Hoy
más que nunca es menester en nuestro país estar preclaros en múltiples conceptos
como el de Estado y gobierno, poderes públicos, democracia, separación de
poderes, fines del Estado, conocimiento necesario tanto para comprender los
recientes hechos de carácter político y social, así como las evidentes
consecuencias como las que hoy todos padecemos, económicas, sociales, de
seguridad personal, de calidad de vida, y muchas otras. Es también importante
el grado de conciencia del contexto en que vivimos para evitar las abiertas groseras pretensiones de ciertos
grupos de tergiversar nuestra realidad histórica y el verdadero significado de
las instituciones republicanas y democráticas, las mismas que hoy están
secuestradas y debemos todos rescatar.
De
las lecturas que resultan de obligada referencia y de la que claramente puede
extraerse el ideal del Libertador Simón Bolívar, el verdadero, el liberal, se
encuentra su famoso discurso en la instalación del Congreso de Angostura el 15
de febrero de 1819 y que está hoy cumpliendo 197 años.
En
esa magistral obra de oratoria, el Libertador, además de manifestar su renuncia
a cualquier pretensión de mando, es más que palpable su espíritu liberal, su
idea de justicia, de educación, su posición respecto a la necesaria alternabilidad
del poder y la clara e inequívoca convicción en la no reelección de las magistraturas,
allí en esa obra se observa su magistral declamación:
La
continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el
término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales
en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer
largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a
obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y
la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros
ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha
mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente.
(…)
La
educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso.
Moral y luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras
primeras necesidades. Tomemos de Atenas su Areópago, y los guardianes de las
costumbres y de las leyes; tomemos de Roma sus censores y sus tribunales
domésticos; y haciendo una santa alianza de estas instituciones morales,
renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y
fuerte, sino que quiere ser virtuoso. Tomemos de Esparta sus austeros
establecimientos, y formando de estos tres manantiales una fuente de virtud,
demos a nuestra República una cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el
corazón de los hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la moral
republicana. Constituyamos este Areópago para que vele sobre la educación de
los niños, sobre la instrucción nacional; para que purifique lo que se haya
corrompido en la República; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad
del amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos; que juzgue de
los principios de corrupción, de los ejemplos perniciosos; debiendo corregir
las costumbres con penas morales, como las leyes castigan los delitos con penas
aflictivas, y no solamente lo que choca contra ellas, sino lo que las burla; no
solamente lo que las ataca, sino lo que las debilita; no solamente lo que viola
la constitución, sino lo que viola el respeto público.
Constituye
esta ocasión (febrero de 2016) una excelente oportunidad para releer su obra,
su verdadera obra, del verdadero libertador, y hacerlo no en abstracto y
distante como si su contenido obedeciera a una época pasada ajena a nuestra
realidad, no, al contrario, hoy más que nunca es necesaria esa lectura ideal y
moral, sintiéndola como él mismo expresase, dirigida a generaciones futuras, a nosotros,
a nuestros representantes, a nuestros mandatarios, y que sirvan de guía e
inspiración a los representantes del pueblo, así como en 1819 hoy en 2016
reunidos en Asamblea.
Mucho
pesar genera que en vísperas de la conmemoración de tan importante hecho
histórico, cuyo examen y reflexión son más que necesarios en estos días, que no
se haya hecho mayor promoción, y que al arribo del 197 aniversario, muchas más
personas hayan procedido a su lectura y discusión.
Pongo
a su disposición el enlace siguiente que los llevará a una página con el
discurso en su totalidad, discurso que considero que debería estar disponible
en la página de la Asamblea Nacional de la República de Venezuela, y lamentablemente,
no lo está en este momento, consiguiéndose por el contrario en dicha página, un
trabajo totalmente tergiversado sobre ese importante hecho y manipulando su proyección
y alcance.
Discurso
de Angostura desde Wikisource:
Imagen.
Obra de Tito Salas. Discurso de Angostura.
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