Un año, 365 días de alegre principado

Exactamente hace un año abriste los ojos al mundo, a este maravilloso y extraño viaje que se llama vida, y vienes a hacerlo en momentos en que todo pareciera ser muy confuso en el vehículo que nos transporta como lo es nuestro planeta, más aún en la sección donde se ubican nuestros puestos en esta parte del trayecto, nuestro país.

Llegabas al mundo y lo que más recuerdo de ese momento específico era la extraña percepción del tiempo, como en un mismo momento se sentía que estaba paralizado su transcurrir mientras que a la vez era todo tan rápido que ni siquiera parecía hacerlo de manera continua sino como por situaciones intermitentes de imágenes y sensaciones, de cuadros estáticos que se sobreponen unos a otros como las antiguas diapositivas en las que a pesar de haber constante sucesión de una a otra, su contenido es estático y entre ellas media un lapso intermedio de eventos que a pesar de haber estado presente, incluso de ser el espectador en primera fila, no siempre se puede captar a plenitud todos los detalles de lo que ocurre entre una y la otra.

En un momento estás en la barriga de mamá, en el cuadro siguiente a penas y se puede distinguir algo de cabello y que al rato, entre la inmediatez y la eternidad es que comprendo que eres tú que es estás llegando; la siguiente imagen, sostenido por el doctor que te dio la bienvenida a la experiencia de vivir, la próxima, con papá y mamá, y luego, casi inmediatamente, sin tiempo de parpadear, es hoy, un año después, cuando absolutamente todo lo que haces es explorar y aprender con indetenible inquietud.

Una extraña sensación porque no es como una película que transcurre continua y fluidamente, sin posibilidad de detenerla a explorarla, tampoco como la exposición de fotografías que se muestran estáticas y uno a voluntad pasa a la siguiente o se devuelve a la anterior para repasar detalles y hacer llamamientos en la memoria, es y ha sido para mí, e inducido por tu llegada al mundo, un nuevo acercamiento a la idea del tiempo, una nueva dimensión en su percepción que viene a complicar mucho más la agustiniana afirmación de sentir y saber lo que algo es y a la vez no dejar de saberlo al intentar explicarlo.

Si bien esa constante sucesión de imágenes y las sensaciones que la acompañan se presentan indetenibles, entre esos dos cuadros el de saberte en la barriga de mamá a instantes de la primera inhalación de humanidad hasta el momento que te escribo estas líneas en tu presencia, viéndote a los ojos y agradeciendo a la providencia tu compañía, han ocurrido momentos en los que el mundo si se ha detenido para que me muestres y enseñes cosas que jamás había podido entender hasta hoy, incluso muchas de las cuales si bien estaba convencido, tu presencia hoy me las confirma.

La primera y esencial, pero cuya experiencia y sensación me ha acompañado en la sucesión de momentos se dio en el mismo momento de tu nacimiento, cuando luego de los intermitentes cuadros, se llevan a mamá a recuperarse de la labor de gestarte y bienvenirte, dejándonos luego las enfermeras solos a nosotros dos.

En el cuartico donde se ponen a los bebés para que luego de su reciente llegada a la vida terrenal, a pesar de estar dispuesto para atender a varios recién nacidos estábamos solos tú y yo; allí, el tiempo se detuvo, no corrió más, y fue la primera vez que entre los dos se dio esa sensación de identidad y complicidad absoluta, la cual espero y ansío podamos mantenerla hasta que sea llamado a otras misiones transmundanas, pero no sin antes procurar darte todas las herramientas para que antes que nada seas un hombre de bien.

A pesar de que no fijabas mirada y hacía pocas horas que te inaugurabas como ciudadano del mundo y de esta tierra de gracia que es Venezuela a pesar de la maldad que hoy la asecha, al entre abrir tus ojos un poquito pude ver tu alma en la que pude verme yo mismo también, y percibir que a pesar de ser tu un ser nuevo y distinto, a quien jamás había visto y conocido, lejos de sentirte como otra persona extraña y desconocida, encontré a alguien que sentía conocer de toda la vida, de todas las vidas, y que mágicamente se reencuentran en este tiempo y en este espacio, sensación que con muy poquísimas personas se puede dar, y en este caso que es contigo, me llena de alegría que la permanencia de ese sentimiento nos ha de acompañar en nuestra esencia hasta el final de nuestras misiones.

Allí en ese momento sin tiempo, en ese mundo paralizado, en el que no existían las dificultades y complicaciones de realidades tan convulsas como las que nos ha tocado enfrentar, por fin pude comprender el alcance y extensión de la más pura sensación que bien describiría tan bien el Filósofo y que se refería en sus tres clases de amistad, que pese a que su lectura pueda hacerse infinitas veces y en similar número sus reflexiones, no fue sino hasta ese momento que entendí y sentí por primera y única vez saberte mi amigo y compañero en el más elevado sentido que hayan podido expresar los más grandes pensadores.

También en ese preciso momento pude descifrar lo que dicen los padres constantemente, principalmente las madres, que es solo cuando se tiene un hijo que se comprende a los nuestros padres, sin embargo es en palabras del propio Filósofo que se pone de manifiesto esa particular percepción, y que los padres y las madres, en esas específicas condiciones percibirán ese amor para con los hijos, pensamiento que no podía dejar pasar escribirte al año de tu nacimiento, afirma el maese:

La amistad por parentesco, aunque ostentando multitud de formas, depende toda ella, como de su principio, de la afección paterna, porque los padres quieren a sus hijos como a parte de sí mismos, y los hijos a los padres como la fuente de su ser. Pero los padres saben que los hijos vienen de ellos mejor de lo que los mismos hijos pueden saberlo; y el progenitor, además está más vinculado a la progenie que la progenie al progenitor, porque el producto pertenece al productor (como el diente o el cabello u otra cosa cualquiera es propia del que la tiene) mientras que el productor no pertenece al producto o le pertenece menos. Y ha de tenerse en cuenta, en fin, la dimensión temporal, en razón de la cual los padres desde luego quieren a sus hijos, pero los hijos a los padres andando el tiempo, cuando vienen a alcanzar el entendimiento o por lo menos percepción sensible. De todo lo cual es manifiesto que las madres aman más que los padres. Así pues, los padres en general aman a sus hijos como a sí mismos, porque los seres nacidos de nosotros son como otros yos existiendo separadamente, mientras que los hijos aman a sus padres como a la fuente de su ser.”

Te recibe este mundo en momentos complejos y nada fáciles, dificultades que nos arrecian y están presentes desde muchos lugares, desde los entornos más remotos a los más cercanos. El llevar el día a día jamás se ha creído que es cosa fácil, pero como en más de alguna ocasión me ha tocado decir, creer y sentir, “si es fácil no lo quiero”, simplemente no es para mí, en este caso y en la situación que nos ha tocado vivir no es que sea igual, particularmente en especial porque creo que tengo, tenemos una misión, y es la de crecer, aprender y cumplir con el deber de ser felices, así como de procurar hacer cada día un mundo mejor y hoy definitivamente a pesar de las dificultades es mejor por 365 razones y así lo seguirá siendo, por los 365 días que has estado en el mundo, en mi mundo. Así funciona la vida, es tu cumpleaños y quienes recibimos el mejor regalo somo tus papás.

Llegaste a esta vida con misiones muy especiales, no tengo duda alguna en mi corazón a pesar de desconocer los detalles de las mismas, desde que naciste, incluso mucho antes, desde que nos escogiste como tus padres a tu mamá y a mí, nos hiciste saber que serías, eres y serás como en estos 12 meses nos has mostrado, alegre, inteligente, saludable, decidido, cariñoso y muy pícaro, que la providencia te proteja y te mantenga así. Arribaste un día especial, un 06 de abril, igual que esa misma fecha pero algunos años antes, en 1943, recibía el mundo una gran obra literaria y cuyo contenido y enseñanzas espero las acojas en tu ser, y que te acompaña al lado de tu lecho desde ese momento que naciste, El Principito de de Saint-Exupéry.

Infinitas son las lecturas y aprendizajes que te proporcionará las ideas contenidas en el libro, y no exagero cuando menciono esa infinidad, ya que a lo largo de la vida, desde la inicial niñez, adolescencia, adultez y madurez, cada vez que leas sus lineas percibirás de mejor y más elevada manera su contenido.

Mas allá de una de las más promovidas de sus frases como lo es la de “Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”, el día de hoy deseo especialmente dedicarte una en especial: “Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos” que tal como en lineas antes te dijera, es tu vida, en tu mundo, en tu forma de ser, no te restrinjas en modo alguno a ser diferente para ser lo que en realidad quieras, incluso si ello pudiera considerarse no seguir estrictamentemuchos caminos que por no ser individuos críticos y genuinos, dejamos que nos sean impuestos sin atención a razón alguna y que pretenden que ciega y servilmente acatemos.

Quiero que sepas que afuera hay un mundo complejo y que será todo tuyo si lo conquistas como se que lo harás, con constancia y preparación, alegría y buena actitud, dignidad y rectitud, y lo más importante con principios y valores, aunque en estos momentos no sea fácil distinguir entre aquellos genuinos y los impuestos, con sofrosine,en definitiva será tu corazón el que te guiará y sé que siempre tomarás la mejor decisión.

El mundo en pausa, el tiempo detenido, nuevamente retoman su andar, los cuadros se aceleran, los días pasan, el bebé que abría sus ojos por primera vez y pocos instantes tiene ya un año, quiere caminar, hablar, expresarse, discutir, criticar, pensar, reflexionar, para que luego de un breve instante más,ya será un hombre, uno de bien.

Hoy es tu primer cumpleaños y eres tú quien nos da el mejor regalo, tu amor, tu sonrisa, tu amistad, gracias por haberme escogido como tú papá, estoy honrado y orgulloso de serlo, por mi parte, haré siempre todo lo posible para que tú lo estés de mi como tu papá.

Te Amo hijo

Feliz cumpleaños Roberto Emmanuel

Papá

Caracas 06/04/2019

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