Las artes amatorias. Los abrazos y los besos como su más genuina expresión. (*)

Volvamos a las ideas del maestro Ovidio, sobre el título de su obra, Las Artes Amatorias, en efecto amar es un arte, y como todo arte, puede ser ejecutado de diferentes maneras, las más variadas técnicas; hay para quienes algunas artes les puede resultar más natural y habrá otros que no.

No todas las pinturas le gustan a todo el mundo, al igual que ocurre con otras artes como música, la danza, la escultura o la arquitectura o cualquier otra, no muy distinto tiene que ser el arte del amor, el de los amantes.

No hablamos aquí del “performance” del acto amatorio, aunque sobre eso mucho podríamos discutir en otro trabajo, por lo que literatura antigua clásica hindú sobre el amor y el sexo, el Kamasutra, pero debemos afirmar que también es un interesante libro para la biblioteca especializada, más de esta obra tomemos como referencia el capitulo 2 que desarrolla ampliamente el tema de os besos y de los abrazos, prácticas estas que son esenciales en el amor, no solo del amor intimo que lleva a la copula, sino que son la manifestación física de toda clase de amor, ya que hay amor y abrazos de hermanos, de padres, de amigos, e incluso de personas totalmente extrañas y no por eso no deja de existir la posibilidad de existir amor entre ellas, el amor que es necesario en nuestra sociedad.

Me declaro abiertamente defensor de la práctica más íntima de los amantes, el beso, y a la vez manifiesto  mi gran preocupación ante el riesgo de su extinción en muchos de los foros del amor.

Claro que la intimidad y la cercanía de los amantes los llevan a fundirse en un solo cuerpo de amor, pero es el beso el mayor instituto del amor y a veces no se le presta la debida atención que merece.

Con un primer beso, por pequeño se sea, con toda su carga emotiva, si es proferido con el "voltaje" y "amperaje" adecuado puede generar la chispa que inicie una llama de pasión y entrega que dure toda una vida, incluso más de una vida, eso para los que creemos en la transcendencia y reencarnación en el amor.

Con un simple beso, incluso con un abrazo se puede saber si se es amante, cómplice, compañeros de vida, hasta si hay traición, Judas lo sabía y Jesús lo percibió

De todos los actos y prácticas de los amantes se puede fingir, se puede hacer creer muchas cosas, con los besos, con  los verdaderos  besos no, por ello que por sobre todas las cosas, deben ser sinceros y para así demostrar de mejor manera el amor que trasmiten, sean estos desde aquellos amicales de salutación, hasta aquellos inolvidables que marcan vidas, épocas, culturas  y hasta sociedades.

El poder de un beso es tal, que no solo pueden resultar irresistible a los humanos, también hasta los dioses y semidioses, ya que hasta el propio Apolo, el mayor exponente de las luces y la racionalidad sufrió ante la negativa de Dafne de caer en sus brazos dejándose besar y amar por el dios. Hay besos que incluso han sido objeto de veneración e inspiración de grandes artistas, baste recordar el famoso beso de Francesca y Paolo recogido por Rodin en una de su más famosas esculturas con ese mismo nombre, o como es el otro caso de la ilustrísima pintura de Gustav Klimt también llamada igual.


(*) Extracto de artículo más extenso denominado "Las mujeres de mi vida, de y por Roberto Hung".  http://www.chinohung.com.ve/2017/04/las-mujeres-de-mi-vida-de-y-por-roberto.html  



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